En el post anterior, integré algunos consejos de las cosas que podemos considerar para elaborar nuestro riqueza y así saber dónde nos ubicamos económicamente, con el fin de comenzar a planear nuestros objetivos a corto o largo plazo. Pero antes de esto, me gustaría poder hablar del origen de este patrimonio.
En mi caso, este sucedió cuando aún vivía en casa de mis padres y comencé a trabajar, recuerdo muy bien el deposito de la primera quincena, con el cual estaba muy ansioso de adquirir mi primera posesión producto de mi trabajo, este no fue mas que un minicomponente de sonido que llevaba tiempo viendo con ansias en la tienda (Esperaban algo mas grande, obvio no, era mi primer trabajo), el tema es que esto fue parte de mi primer patrimonio, que posteriormente me ayudaron a vender en mi casa, cumpliéndose así, lo que comente en la entrada anterior sobre cualquier cosa que se pueda vender o convertirse en efectivo.
Posteriormente, conforme fui trabajando, creciendo, trabajando, ahorrando y por ciento, ya mencione trabajando. En un momento decidí comprar un auto, que pese a al tiempo que ya llevaba laborando, no tenía lo suficiente para poder pagarlo de contado. es por eso, que decidí acudir a un préstamo familiar; para el cual tuve que ser muy metódico, y llevar en un cuaderno las cuentas de lo prestado y los pagos que iba realizando mes a mes (¡Ojo! es préstamo familiar, no regalo familiar).
Como lo muestro, estos 2 ejemplos son los mas comunes con los cuales se elaboran nuestro patrimonio. Claro que no son los únicos, puesto que siempre se puede recibir un regalo, una herencia, tal vez dinero que se haya ganado en algún sorteo, etc. Pero bueno, estos no son muy comunes, aunque su ventaja es que no tuvimos que destinar dinero para su compra o pedir prestado, por lo cual hay que valorarlos.
Es así, que al comenzar a construir nuestra riqueza, es importante conocer el origen de este, y un caso particular son los prestamos. Ya que como mencioné en el ejemplo del automóvil, debería haber colocado su valor (de reventa) como parte de mi riqueza; sin embargo, parte de ese valor no lo había obtenido con mis ahorros, mas bien de un préstamo que debía regresar. Es por eso que mi deuda debería integrarse igualmente en el patrimonio, pero ¡Cuidado! Este debe de restar, ya que no es nuestro dinero, es más algo que debemos. Así, en el caso de no poder haber pagado un préstamo, podría de vender este, y con el dinero obtenido, para pagar la deuda.
En el caso de no integrar esta deuda restando al patrimonio, estaríamos inflando este, con algo que no nos pertenece al 100% (si fuera un crédito bancario, el banco se podría considerar como parte dueño de este también).
Ahora que ya podemos conocer nuestro nivel de riqueza y saber de dónde proviene, aun hay pasos que faltan concretar, como es saber ¿Qué hacemos con lo que ganamos? gastamos mucho, poco y si hay un sobrante ¿Puede servir para incrementar mi patrimonio? Estos temas los ire tocando más adelante.
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