El pasado 13 de agosto, el Banco de México anuncio una reducción de 0.5% en su tasa objetivo, con lo cual, al día de hoy se ubica en 4.5%. Niveles que no se veían desde octubre de 2016. Esto, como parte de la estrategia del banco central, para reducir el efecto negativo que se tendrá en la economía, derivado de la pandemia. No obstante, esta reducción tiene un efecto en dos sentidos, por uno, se busca que el costo del dinero para una persona o empresa que este en búsqueda de crédito, sea mas barato; y por otra parte, se reducen los rendimientos que ofrecen las instituciones a los ahorradores. Es por este último punto, que si deseamos no perder poder adquisitivo y ganar unos pesos extra de rendimiento en nuestros ahorro, la inversión en renta variable es una buena opción a tomar en cuenta.
Así es, si hablamos de las inversiones de renta fija en valores gubernamentales, como pueden ser los bonos y certificados de la tesorería, la rentabilidad que podríamos esperar invirtiendo el día de hoy, no será mayor a un 5% (exceptuando en inversión de mas de 5 años). Y si tomamos en cuenta el nivel de inflación al mes de julio, ha sido del 3.85%, lo que nos queda como utilidades, tal vez no sea tan atractivo. Claramente no se ha perdido valor, es decir, con los rendimientos obtenidos podemos soportar el aumento en precios. Sin embargo, la utilidad generada se ha visto mermada, y unas de las principales metas del ahorro, es que este dinero nos genere utilidades, y sí podemos maximizarlas, que mejor.
Es en este caso, que recomiendo destinar una parte de nuestro dinero, a inversiones de renta variable, y en el caso de ya contar con este tipo de instrumentos, balancear nuestra cartera y destinar un porcentaje mayor de nuestros recursos, a este tipo de producto. Ya que en estos momento es una opción más atractiva.
Por mencionar un ejemplo de cómo las tasas variables pueden generarnos un mayor beneficio, tenemos a 2 de los principales indices bursátiles en México y EE.UU., el IPC y el S&P 500, que no son mas que el reflejo del comportamiento del mercado accionario en ambos países. Los cuales, desde el 1º de abril del presente año al 17 de agosto, han presentado un comportamiento ascendente, con ganancias del 16.6% y 36.9% respectivamente. Claro que alguien podría decir que esto fue posterior a una caída considerable de ambos indicadores. No obstante, como mencione anteriormente, la opción se genera en estos momentos.
Otro ejemplo que puedo poner en la mesa, es Amazon, empresa que no formo parte de las caídas presentadas en el mes de marzo y que en los últimos 12 meses ha mostrado un crecimiento de mas del 70% en el valor de sus acciones. Y que así como ellos, podemos encontrar algunos casos más, pensemos simplemente en las farmacéuticas.
Obviamente, esto no quiere decir que si invertimos en acciones, nuestras utilidades serán así de jugosas, pero, si nos acercamos a una institución financiera que nos brinde la asesoría requerida, podríamos tener muy buenas utilidades, que superen a lo que hoy día se puede obtener de una inversión a tasa fija.
Por último, es importante considerar que estas estrategias tienen sus tiempos, por lo que si en algún momento se decidió adquirir algún pagaré o certificados de la tesorería, no quiere decir que debamos mantenernos con ellos por años, si en un momento hay productos que se vuelven mas atractivos, tomarlos en cuenta e invertir algo en ellos. Y tarde o temprano, dichos productos llegarán a ser la mejor opción de inversión nuevamente.
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