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Alberto Correa

Patrimonio y nuestra riqueza

Actualizado: 31 ago 2019

Bueno ahora si vamos a lo bueno, jejejeje


El primer paso que me gustaría dar, es que sepamos dónde nos encontramos económicamente, para de ahí partir en  base a nuestras inquietudes, a elaborar nuestros objetivos y poner manos a la obra, por lo que es importante conocer nuestro patrimonio, pero ¿Qué es eso?


De una forma sencilla, es todo lo que poseemos y que sea susceptible a convertirse en efectivo, si no es que ya lo es (en esta vida se puede vender casi lo que sea, si así nos lo proponemos y haya quién lo compre). Por lo que para poder saber dónde nos encontramos en estos momentos, es importante hacer una lista de las cosas que tenemos y poder estimar su valor.


Por lo que para tener mas claro cual es volumen de nuestro patrimonio, muestro a continuación una lista, a fin de ejemplo, de cosas que podemos considerar y las cuales recomiendo comencemos de la mas sencilla, a la que nos cueste mas difícil de valuar, estas son:


Bancos (Cuentas de ahorro): aunque podríamos comenzar con efectivo, hoy podemos tener 10 pesos y mañana 300 en la bolsa, por lo que no es lo mejor para considerar, a menos que guardes todo lo que se tenga debajo del colchón, lo cual no es muy común, ya que hoy en día ¿Quién tiene 10,000 pesos en la cartera? A menos que sea un Jeque Arabe que ande corto de efectivo.

Inversiones Financieras: Estas se diferencian de bancos, ya que serían las que nos generen algún interés, y las podríamos dividir entre inversiones fijas o variables (hablare mas adelante de estas, así como sus beneficios versus las cuentas de ahorro).

Propiedades o automóviles: Estos, al ir incrementando su valor, en el caso de las casas o terrenos, o reducir su valor en el caso de automóviles o motocicletas, es importante obtener el costo actual. Lo aconsejable es considerar su valor al día que estemos valuándolos.

Muebles y electrónicos: Dentro de estos, incluiría alguna pintura o pequeña escultura que en el caso que  aunque consideremos que no sea de gran valor se pueda vender en un mercado de pulgas, y en una de esas nos podríamos llevar una gran sorpresa.


Esos son algunos ejemplos de cosas que podemos integrar en nuestro patrimonio, sin embargo, nunca esta de más revisar dentro de nuestras pertenencias qué podemos encontrar, o no.

Igualmente habrá cosas que darle un valor económico nos genere mucho trabajo y no nos genere un beneficio, un ejemplo es la ropa, ya que a menos que tengamos una prenda super valiosa en muy buenas condiciones, el resto que manejamos sería mas difícil de vender (no imposible, ya que hay tiendas de segunda mano a las que podríamos acudir); o como ponerle un precio al juguete que nos heredo la abuela, y que contiene mas un valor sentimental que intrínseco.


Así, una vez que contemos con nuestra lista terminada (habrá que actualizarla y para lo cual recomiendo sea por lo menos de forma anual o cada vez que tengamos algún cambio considerable), podemos saber cuál es nuestra realidad económica; y a partir de ahi, evaluar nuestra satisfacción sobre esta y elaborar los planes para mantenernos, incrementar nuestro patrimonio, o hasta cierto punto, saber si podemos reducirla ¿Por qué no? Tal vez nos estemos limitando irnos de vacaciones o asistir a algún curso, cuando podríamos realizarlo con la paz mental (financiera) que se necesita.

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